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Bazar Chorsu Taskent

Bazares de Uzbekistán: El Bazar Chorsu de Taskent

Los mercados de Uzbekistán representan la esencia del bazar oriental: colores vibrantes, aromas envolventes y una energía única. Uno de los más emblemáticos es el bazar Chorsu en Taskent, un lugar donde tradición, arquitectura y comercio conviven desde hace siglos.

Los puestos desbordan productos: panes recién horneados, carne fresca, kazy (embutido de carne de caballo), frutas jugosas, frutos secos y especias. Todo envuelto en los gritos animados de los vendedores y el arte del regateo, siempre bienvenido.

Interior del bazar Chorsu

En Taskent existen más de veinte grandes mercados, pero el más antiguo y venerado es Chorsu, situado en la plaza histórica Eski-Juva. Nacido en la intersección de las rutas de la Gran Ruta de la Seda, fue durante siglos un nodo comercial clave. Antiguamente la ciudad estaba formada por pequeños asentamientos como Shaykhontaur, Beshagach, Sebzar y Kukcha, donde agricultores y nómadas intercambiaban mercancías.

Aún hoy, calles como Samarkand Darvoza y Chagatai conservan nombres que evocan aquellas rutas caravaneras. Aunque las estructuras del bazar han cambiado, sus cúpulas elevadas y espacios amplios mantienen el espíritu arquitectónico original.

Cúpula del bazar Chorsu

El complejo moderno de Chorsu respeta esa herencia. Bajo sus cúpulas azules se alzan pabellones, como el edificio de invierno de tres niveles (con ascensores y más de 350 metros de diámetro), donde se distribuyen puestos, almacenes y pasillos subterráneos. A su alrededor, las chaikhanas (casas de té) invitan a saborear plov, shashlik y shurpa.

Tras deleitarse con la gastronomía uzbeka, muchos recorren los pasillos artesanales en busca de souvenirs hechos a mano: cerámicas, textiles, juguetes de barro. Chorsu es también un lugar perfecto para observar el talento de los artesanos uzbekos.

Artesanía en el bazar Chorsu

Hace más de dos mil años, en este lugar estaba el suburbio rabat Chach, frontera entre pueblos sedentarios y nómadas. Con el tiempo, se integró al centro de la ciudad, entre el shahristán y los barrios artesanales, convirtiéndose en el núcleo de la vida urbana.

Todas las rutas desde las antiguas puertas de la ciudad desembocaban aquí. El bazar fue un punto de encuentro cultural, donde se difundían noticias, se proclamaban decretos del khan y se disfrutaban espectáculos de maskaraboz (bufones) y canatohodtsy (equilibristas). El té y el plov eran parte del ritual social.

Hoy, el Chorsu moderno mantiene ese espíritu. Bajo cúpulas turquesa, miles de personas se reúnen para comprar frutas frescas, carnes, especias y dulces. Familias enteras acuden los fines de semana a comer y pasear entre los olores y colores de esta fiesta de los sentidos.

Como antaño, los visitantes extranjeros se asombran ante los montones de melones y sandías, la pericia de los artesanos y el encanto del regateo. Muchos se llevan como recuerdo una figurita de barro pintado, símbolo tangible de una experiencia inolvidable en el bazar Chorsu de Taskent.