En los años 50, Muynak fue un floreciente puerto pesquero junto al mar de Aral. La desviación de los ríos llevó a la creación del desierto Aralkum, con una pérdida de agua de más de 100 km.

Los barcos oxidados sobre la arena simbolizan la rápida transformación ecológica.

• Cementerio de barcos: embarcaciones oxidadas en plena arena.
• Museo del Mar de Aral: exposiciones sobre historia, ciencia y testimonios.
• Miradores de Aralkum: vistas del antiguo lecho marino.

Visitar Muynak es reflexionar sobre el impacto humano y apoyar proyectos de sostenibilidad, reforestación y educación ambiental impulsados por ONG locales.

Desde Nukus, la capital de Karakalpakstán, se llega a Muynak en carretera en unas 3 horas. Se recomienda guía local para enriquecer la experiencia.